Recuerda
que el mejor momento, para poder probar el punto de sal es en el que
todos los ingredientes, de nuestro plato, ya estén cocinados, eso
sí, casi.
Ahora,
vamos a dar algunos consejos, para no pasarnos con la sal. La
organización, en el mundo de la cocina, va a ser fundamental, para
no llegar a cometer errores ni tener que llevar a cabo el desalado de
los platos, una vez que los mismos hayan sido cocinado. Pues bien,
aquí tenemos algunos consejos, que son muy prácticos, para poder
evitar malas sorpresas en la mesa, como son:
-En
los cocidos, no debes salar ni probar el punto de sal, hasta llegar
al final.
-El
reposo de los potajes debe aumentar la concentración de cada uno de
los sabores. Es preferible que nuestro plato se quede soso y poder
rectificar, si hace falta, en el último momento.
-El
frío va a potenciar, y mucho, dicho proceso. Si dejamos el guiso de
un día para otro, dentro del frigorífico, el sabor del plato se va
a concentrar, todavía más. Preparados como son el ragú de ternera,
los calamares en su tinta o los caracoles con salsa, van a mejorar
mucho, si los dejamos reposar en la nevera. Por esto, debemos
dejarlos un poquito soso, para poder añadir el punto de sal, cuando
lo volvamos a regenerar.