¿Qué hace falta? 600
g de solomillos de buey; 150 g de hongos; 200 g de nata; 25 ml de
brandy; 60 ml de aceite de oliva;2 patatas; 100 g de menestra cocida
y una pizca de sal.
¿Cómo
se hace? Vamos a cocinar el solomillo, al estilo plancha, en una
sartén o en una parrilla. La sartén debe estar bien caliente y el
solomillo, de manera ligera, engrasado con un poco de aceite. Lo
vamos a cocinar, vuelta y vuelta, como le guste al comensal. Lo vamos
a salar, de manera ligera, el solomillo cuando ya esté cocinado. El
calor que tiene, junto con los jungos, va a fundir la sal, que
habremos añadido. Vamos a retirar el solomillo de la sartén. En
dicha sartén, vamos a saltear los hongos y los retiramos. Lo
desglasamos (en este momento, vamos a aprovechar los jugos, que se
han quedado en la sartén- con un poquito de brandy y, a
continuación, vamos a añadir la nata líquida, sin que llegue a
hervir. Vamos a colar la salsa, le ponemos un poco de sal, lo
mezclamos con los hongos y lo vamos a triturar con una batidora,
hasta conseguir una crema homogénea y con mucho sabor. Vamos a cocer
unas patatas y, cuando se haya cocido, las partimos en rodajas de
medio centímetro de grosor. Vamos a saltear las patatas cocidas, con
unas pocas verduras cocidas -se puede emplear un bote de menestra ya
cocida o menestra congelada-, a fuego fuerte, con una pequeña
cantidad de aceite (entre 2 y 4 cucharadas) y lo vamos a espolvorear
con un poquito de perejil. A continuación, servimos la salsa de
hongos, en una salsera aparte.
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