domingo, 13 de mayo de 2012

Crepe suzette, una delicia con mandarina (III)



Debemos verter un cucharón de masa, en la sartén, que debe estar caliente y movemos, mientras tanto, la sartén o “crepera” de manera que se incline a ambos lados, para que la masa se vaya distribuyendo, por toda la base del recipiente, de una manera homogénea. Cuando la masa ya esté caliente, se va a empezar a cuajar y, el sobrante de la masa líquida, que no llegue a cuajar y, el sobrante de la masa líquida, que no llegue a cuajar, se va a verter, de nuevo, en la jarra, junto con lo que nos quede de la crema. Cuando hayan pasado unos segundos cocinado, eso sí, a fuego suave, los bordes se van a despegar solos. Ahora, debemos dar la vuelta al crepe, eso sí, con la ayuda de una espátula, para que se pueda cocinar por la otra parte y hasta que consiga un color dorado, por las dos partes. Una vez que ya se suelte en la sartén o en la crepera, que ya esté cuajado, se va a sacar y se va a amontonar con el resto de crepes, para que se vaya enfriando. Y, ya está.
Foto: fuente

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