¿Qué
hace falta? 400
g de judías verdes; 200 g de calabaza; 1 cebolla; 2 dientes de ajo;
10 g de harina y Una pizca de sal
¿Cómo
se hace? Vamos a limpiar las judías verdes, con cuidado de quitarles
las hebras laterales con la ayuda de un pelado o de un cuchillo, que
esté muy bien afilado. Una vez las hayamos limpiado, los vamos a
trocear en tres o cuatro trozos. Vamos a cocer las vainas en una
cazuela, donde vamos a poner agua, sal y un chorro de aceite, durante
un período de 10 minutos, hasta que quede al dente. Por otra parte,
vamos a pelar y trocear la cabeza, eso sí, en dados, que sean
pequeños. En otra cazuela, vamos a poner aceite, rehogamos una
cebolla y dos dientes de ajo, todo ello, lo habremos picado, de
manera previa, en brounoisse (o sea, picado en cuadraditos, que sean
pequeños). A la cazuela, le vamos a añadir la cebolla sofrita. Lo
sazonamos y lo rehogamos todo, durante un período de 10 minutos. Le
vamos a añadir una cucharadita de harina. Rehogamos, de nuevo, y
vamos a incorporar las judías verdes cocidas y parte del caldo de
cocción, hasta que se cubra todo, sin llegar a bañarlo en exceso.
Vamos a dejar que se cocine, todo, durante cinco minutos más y le
vamos aponer sal. Listo para tomarlo.
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