¿Qué
vamos a necesitar? 500 grs de albaricoque, 125 grs de azúcar y 50
grs de limón (o sea, medio limón).
¿Cómo
se hace? Lo primero que debemos saber es que los albaricoques deben
estar bien maduros y que no tengan golpes. Los vamos a pelar, los
deshuesamos y los troceamos. En una cazuela, vamos a dejar los
albaricoques, que van a estar troceados, con el zumo de medio limón,
la ralladura del susodicho limón y azúcar. Le dejaremos macerar,
durante 2 horas, para que se puedan ablandar y vayan soltando sus
jugos. Después de dicho período de tiempo, vamos a poner la cazuela
al fuego, para que se vaya cocinando la fruta, a lo largo de dos
minutos, moviendolo con una cuchara de manera, de manera continua,
para poder deshacer los albaricoques y que acaben estando pegados, en
el fondo de la cazuela. Cuando termine la cocción, los albaricoques
se habrán convertido en un puré, eso sí, espeso y fino. Entonces,
estaremos en el momento de embotar lo que nos ha quedado. Para poder
embotar, lo primero que debemos hacer, es esterilizar los tarros o
botes de cristal, eso sí, hirviéndolos, sin las tapas, en agua, que
esté bien limpia, durante un período de tiempo, que va a ser unos
30 minutos. Las tapas se van a estilizar, de la misma manera, eso sí,
todo por separado.
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