Muchas personas piensan que las dietas vegetarianas no son sanas, algo que es un error. Hay muchos artículos que tratan las ventajas y las desventajas de las múltiples dietas vegetarianas. Bien, lo primero que debemos valorar es conocer las diversas alternativas dietéticas, que podemos encontrar en el mercado. Así, tenemos las dietas ovolactovegetariana, o sea, que admiten el consumo de productos lácteos o de huevos. También, tenemos los casos más extremos, como pueden ser las dietas veganas, donde sólo se permiten los alimentos, que sean de origen vegetal. Entre una dieta y otra, nos encontramos con muchas diferencias, que debes tener en cuenta. Una de las dietas menos conocidas es la del frugivorismo, que está a favor de comer todas las frutas crudas, sin ningún tipo de cocción. También, el crudivorismo, que apuesta por comer los alimentos, sólo, como vienen en la Naturaleza, sin ningún tipo de manipulación. Otro tipo de dieta es el higienismo, que se centra más en el cómo, que en el qué (no tienen importancia el horario, el orden en que han de consumirse los alimentos...) o la macrobiótica, que busca el equilibrio físico y emocional, logrando el equilibrio, a través de las dietas y se encarga de dividir los alimentos en dos categorías: yin (que serían los alimentos pasivos) y los yang ( que son los activos). Dentro de este tipo de proteínas nos encontramos que hay muy pocas proteínas, una gran cantidad de cereales y vegetales, además de apostar por el consumo de algas o de semillas.
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