Algunas de las mejores y más sabrosas piezas de la carne de vacuno han sido el lomo alto, lomo bajo, solomillo... Pero, también podremos usar piezas menos nobles, para poder lograr platos tan sabroso. Eso sí, para poder sacar todo el provecho de esta piezas, tenemos que saber que tipo de receta vamos a realizar con ellas. Algunos consejos que tenemos que saber:
-La aguja, que es la parte que se sitúa en el principio de la espalda del animal, es ideal para poder hacer guisos, ya que es muy jugoso.
-La llana, que forma parte de la espaldilla, es muy recomendable para poder hacer guisos o asados. Tanto la espaldilla como la llana son piezas muy jugosas y muy tiernas, lo que hace que sea ideal para realizar caldos o picadas, por ejemplo, en steak tartar.
-La babilla, como sucede con la cadera, se emplea para hacer filetes, o se trocean en pequeños tacos, lo que hace que se puedan emplear en “foundues”. Por otro lado, esta parte es muy baja en grasa.
-Y, para terminar, tenemos el morcillo y el ossobuco, que forman el gemelo de las patas de los animales. La primera es una carne gelatinosa y con muy poca grasa, lo que hace que sea perfecta para poder hacer guisados y, por ejemplo, para el tradicional cocido madrieño. El segundo es la zona delantera del morcillo y se cocina sin deshuesar.
Foto: fuente
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