Es una variante del popular cheescake, pero en una versión mucho más ligera y más recomendable para el verano, ya que es muy fresquito. Al ser raciones individuales, en vasito, es ideal para poder sorprender a nuestros invitados, durante una fiesta de verano.
¿Qué ingredientes vamos a necesitar?
4 galletas de mantequilla trituradas
150 gr. de fresas cortadas en trocitos
120 gr. de queso fresco, (1,5 % grasa)
1 cucharada de azúcar glass
1 cucharada de azúcar de vainilla
hojas frescas de menta para decorar
¿Cómo se hace? Vamos a verter las galletas, que hemos triturado, en un vasito y colocamos las fresas, bien troceadas, sobre las mismas. Vamos a mezclar el queso fresco, con la vainilla y el azúcar. Vamos a remover todo, hasta lograr una salsa bien cremosa y suave. Vertemos la crema sobre las propias fresas. Decoramos con las hojas frescas de mentas. Así de fácil.
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