miércoles, 13 de junio de 2012

Nuevas formas de presentar la ensaladilla rusa (IV)



La geografía y la cultura, también, van a implicar diversas variantes de la ensaladilla rusa. En algunas zonas, por ejemplo, las ensaladillas poseen otras clases de hortalizas, como pueden ser trozos de pimiento rojo asado, vainas troceadas y cocidas, guisantes cocidos o maíz. Son mucho más comunes las hortalizas frescas, como pueden ser el tomate, las hojas de lechuga, que se han cortado en finas tiras o la zanahoria pelada y rayada. Pero, debemos tener en cuenta que estos ingredientes, que son frescos, cuando entran en contacto con el aliño, van a ablandarse y van a soltar mucho más jugo. Por esta razón, la ensaladilla va a perder la homogeneidad y la buena presencia, que le caracteriza. Lo importante, a la hora de hacer una ensaladilla es saber como mezcla los sabores, texturas e ingredientes, a nuestros gustos, aunque es muy recomendable no abusar de la diversidad. Con dos o tres clases de hortalizas, huevo y un elemento que nos de las proteínas necesarias -como puede ser el pescado, el marisco o una pechuga de pollo- ya es más que suficiente. El contrapunto de acidez se va a lograr con el encurtido y el cítrico, o sea, la fruta. Y, la salsa, también, va a tener un papel muy importante, ya que no sólo va a homogeneizar todo el conjunto, sino que le va a dar mucho más sabor. Por esta razón, se debe preparar con mucho mimo.
Foto: fuente

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