Una vez hayamos agregados los garbanzos, se va a aumentar la intensidad del fuego, eso sí, con la cazuela destapada y se va a esperar a que saquen la espuma que suele aparecer, cuando estamos cociendo los garbanzos. La retiramos con la ayuda de una espumadura y, cuando empiece a hervir y no quede nada de espuma, vamos a agregar las verduras, que se van a condimentar nuestro sabroso potaje, o sea, la cebolla, las zanahorias, los ajos, la calabaza, el puerro y un chorrito de aceite de oliva, no te olvides. Si queremos, podemos cocer los garbanzos, dentro de una red, que ya es especial para poder cocer estas legumbres. Con dicha red, lo que vamos a lograr es una cocción 100% homogénea y los garbanzos no se van a despellejar. Una vez que estén tiernos y cocidos, podremos sacar todos a la vez y los vamos a triturar con la ayuda de un pasapurés. Tras unas dos horas de cocción y tras comprobar que los garbanzos están bien cocidos, se van a triturar las verduras, que van a servir de acompañantes, de nuestro cocido.
Para llevar a cabo la guarnición, de nuestro potaje, se van a agregar unos 50 gramos, por cada persona que vaya a comer, de espinacas limpias y 50 gramos de bacalao desalado, que no tenga ni espinas ni piel. Todo esto, irá salteado con un poco de ajo y cebolla cortada, en forma brunoise, en una sartén.
Foto: fuente
No hay comentarios:
Publicar un comentario