viernes, 13 de abril de 2012

Hacer cosas nuevas con el pescado (IV)


Por esta razón, si decidas preparar recetas con salsas ligeras, te encontrarás con la clave para poder realzar el sabor de tu plato. También, puedes jugar con la textura del plato, para hacer que la carne esté más jugosa y, al mismo tiempo, no repetir, todos los días, la misma manera de cocinarlo o de presentarlo. La clave de los platos más calórico, que tengas más cantidad de aceite o lleven frutos sexos, es añadirlos, únicamente, como si fueran un complemento. La cantidad más recomendable es la de una cucharada sopera, no más cantidad, por cada persona que esté sentada en la mesa, para que no se sature el paladar y el plato no termine siendo indigesto. Si decidimos apostar por la salsa romesco o el majado de frutos secos, vamos a tener en cuenta lo dicho anteriormente. Lo mismo sucede con la salsa provenzal, la salsa de tomate casera o la salsa española.
El mayor problema, que nos podemos encontrar, a la hora de consumir pescado, es ingerirlo crudo o que esté poco cocinado, a causa del parásito anisakis, que se inactiva con la congelación y con un tiempo de cocción suficiente, para poder evitar una infección. De todas maneras, recuerda que el pescado es muy rico en ácidos grasos omega 3, vitaminas A y D y proteínas de alta calidad.
Foto: fuente

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